
Es un músculo piramidal que se origina en la fosa supraespinosa de la escápula (omoplato), recorriendo la parte superior del hombro y se inserta en la parte superior de la cabeza del húmero. Forma parte del denominado “manguito rotador del hombro” junto con el infraespinoso, redondo menor y subescapular.
La función de este músculo es hacer de estabilizador del hombro y comenzar el movimiento de abducción, trabajando en los primeros grados. Colabora en la estabilidad del hombro para prevenir la luxación de la articulación. Gracias a la acción de estos músculos, el hombro es la articulación más móvil de todo el cuerpo.
Qué es la rotura del tendón supraespinoso
Al pasar por debajo del acromion de la escápula lo hace muy sensible al pinzamiento. El desgarro del manguito rotador del hombro puede aparecer como consecuencia de un traumatismo o por la contracción repentina de uno de los músculos rotadores. De los músculos y tendones del maguito rotador, el supraespinoso es el que está más expuesto a mayores esfuerzos.
La rotura del tendón supraespinoso suele ser debido a una combinación de tres factores: espacio subacromial estrecho, sobreuso y edad.
El paso de los años va haciendo que se vaya desgastando debido al movimiento repetido. Se va produciendo una rotura progresiva como consecuencia del choque entre el supraespinoso y el acromion.
Es una lesión muy común en practicantes de deportes como natación, fitness, crossfit o deportes que le trabajen mucho el tren superior.
También puede ser causa de una mala postura al dormir y propia de profesiones como carpinteros, albañiles, profesores o pintores.
Cómo desinflamar el tendón supraespinoso
Para el control del dolor inicial se suelen utilizar analgésicos o infiltraciones de corticoides para desinflamar.
Lo más normal es que el dolor se intensifique al colocar los brazos en los primeros grados de elevación, pues es dónde el supraespinoso tiene protagonismo. El dolor suele propagarse a cuello, parte superior de la espalda y llegar a bajar hasta el codo.
Durante las primeras 24 ó 48 horas de la lesión lo más recomendable es utilizar frío sobre la zona afectada. El frío ayudará a desinflamar. Mantener reposo y acudir rápidamente al médico para recibir un diagnóstico y tratamiento lo antes posible.
¿Cuándo tenemos que operarnos?
Normalmente no requiere de cirugía. El tratamiento suele basarse en analgésicos y ejercicios de fisioterapia. Si el dolor es muy intenso y se sufre de un alto grado de debilidad muscular, se puede recurrir a la cirugía, sobre todo, si no hay mejoría una vez pasados los seis primeros meses. Todo es cuestión de consultar con un especialista y ver cada caso de manera particular.
Si la rotura ha sido completa se debe reinsertar el tendón. Por otra parte, la cirugía puede ser abierta o por artroscopia, cada una de ellas tiene sus puntos fuertes y débiles.
Técnicas como los ultrasonidos y láser puede ser útiles. Aunque, la clave será el trabajo y ejercicios llevados por un buen fisioterapeuta. Esto nos facilitará una óptima recuperación en el menor tiempo posible. Especialmente para recuperar fuerza y movilidad muscular, evitando caer en una fibrosis.
La vuelta a la práctica deportiva es mejor que se inicie cuando ya no se sufra dolor. Es importante que consultemos con nuestro médico previamente. Y siempre deberá hacerse de manera paulatina para no recaer en la lesión, intentado evitar al principio realizar ejercicios que carguen mucho los hombros.
Alimentos que ayudan a cuidar nuestros tendones
Te recomendamos RS7 Cápsulas Plus, suplemento que incluye la composición más completa para cuidar la salud de músculos, articulaciones y tendones.
Una alimentación rica en fruta y vegetales ayuda a mantener unos tendones sanos. También es sumamente beneficioso:
- Vitamina C: Imprescindible para la creación de colágeno. Presente en fresas, papayas, naranjas, pomelos, aguacates, alcachofas, mangos, etc…
- Glucosamina: Es un constructor nato de colágeno que ayuda a proteger y reducir el dolor articular. Se extrae del cartílago marino, bovino o porcino.
- Magnesio: Es esencial para la producción proteica. Ayuda a mantener sanas las fibras de elastina estimulando su flexibilidad y la producción de colágeno.
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