
Dentro de las últimas tendencias en el mundo del fitness está pegando muy fuerte el entrenamiento HIIT o de intervalos de alta intensidad. Es muy atractivo por su eficacia y por los buenos resultados que se obtienen, tanto para la gente que quiere quemar calorías como para atletas que buscan un mayor rendimiento.
El entrenamiento HIIT es uno de los métodos más efectivos que existen tanto para la quema de grasas como para la mejora de la resistencia. Esto es debido a que mejora la capacidad del cuerpo para oxidar tanto la glucosa como la grasa.
Mejora la capacidad de ganancia muscular y el entorno hormonal de cara a la hipertrofia. Estimula la segregación de la hormona del crecimiento y la testosterona.
Algunos estudios recientes demuestran que, a la hora de reducir la grasa corporal, el entrenamiento HIIT es muy superior al clásico entrenamiento de musculación o cardiovascular tradicional, tanto por el consumo energético durante el ejercicio como las 24 horas después.
“La intensidad es el precio de la excelencia” según Warren Buffet.
También hay estudios que evidencian que el entrenamiento de alta intensidad en poco tiempo puede dar unas mejoras que podrían equivaler a entrenamientos de intensidad media pero, de mucha mayor duración, por eso las excusas que ponemos para no hacer ejercicio por falta de tiempo no nos servirán porque este método nos será muy efectivo. Por lo tanto, el entrenamiento HIIT es muy recomendable para todos aquellos que tengan poco tiempo para largas sesiones de entrenamiento en el gimnasio o para salir en bicicleta por la montaña.
Los estudios que antes os he mencionado datan del 2011 y nos indican que en dos semanas de entrenamiento HIIT puedes obtener una mejora aeróbica superior a lo que conseguirías en seis semanas de entrenamiento de resistencia.
¿Cómo realizar el entrenamiento HIIT?
Principalmente la idea del entrenamiento en intervalos de alta intensidad o HIIT consiste en mezclar periodos cortos de tiempo de un entrenamiento de alta intensidad, en torno al 80-90% de nuestro ritmo cardiaco, con otros periodos también cortos de una intensidad baja o moderada (50-60%), estos picos de intensidad se combinan con ciclos cortos de recuperación.
Esta constante aceleración y desaceleración es la que permite que los ejercicios HIIT obtengan tan buenos resultados.
El entrenamiento HIIT no debería durar más de 45 minutos. Esto se debe a que algunos de los ejercicios que se combinan son de mucha intensidad, por lo tanto, el tiempo necesario es mucho más corto que en un entrenamiento normal.
Y unos de los aspectos positivos de este método de entrenamiento es que lo podemos realizar con material o sin ningún tipo de marra, máquina ni pesa. Sólo con nuestro cuerpo y una buena motivación será más que suficiente.
Si estás buscando el máximo resultado para tu cuerpo en el mínimo tiempo, el entrenamiento HIIT es una elección segura y con tres sesiones semanales tendríamos mejoras más que notables.