Tipos de lesiones y dolor de rodilla

Es una dolencia frecuente que puede ser originada por multitud de causas. Tengamos en cuenta que se trata de una de las articulaciones más grandes y complejas del cuerpo, por lo que es muy propensa a lesionarse. Muchas veces su lesión deriva en problemas importantes de movilidad, pues las rodillas son fundamentales para nuestra flexibilidad y estabilidad.

También son muy importantes al soportar el peso de todo nuestro cuerpo, lo que implica un progresivo desgaste con el paso de los años.

Tipos de lesiones en la rodilla

 

Causas comunes del dolor de rodilla

Las causas son muy diversas. A continuación, veremos las más comunes:

  • Lesiones deportivas: suele ser consecuencia de practicar deportes con mucha intensidad sin tener la preparación adecuada. También se producen cuando el calzado utilizado no es el más adecuado, sobre todo entre los “corredores de fin de semana”. Otros deportes que someten a las rodillas a mucha presión son el fútbol, tenis, surf o esquí. Los giros súbitos pueden llevar a lesiones de la articulación.
  • Sobrepeso: Las rodillas soportan el peso de nuestro cuerpo por lo que, si sufrimos de un exceso de kilos, someteremos a un mayor desgaste a nuestras rodillas.
  • Estar mucho tiempo de pie o sentado, en muchas ocasiones por motivos laborales. Esto suele derivar en artrosis. Es importante que cada cierto tiempo nos movamos y realicemos estiramientos suaves.
  • Cargar peso de manera constante: muy relacionado con ciertos oficios como el de repartidor o albañil. Debemos aprender a que, para levantar peso de manera eficaz, hay que doblar ligeramente las piernas para acercar el objeto al cuerpo, apoyándolo sobre él sin forzar las rodillas.
  • Utilización errónea del calzado: como ya hemos comentado anteriormente, suele ocurrir en aquellas personas aficionadas al running y que no han realizado un estudio previo de sus pies para determinar el tipo de calzado más adecuado a sus características. Por otra parte, también lo sufren aquellas personas que se exceden en el uso del tacón, pues comprimen excesivamente las rodillas al andar, lo que puede derivar en una artrosis de rodillas.
  • Artrosis y el paso de los años: se trata de una enfermedad que sólo en España afecta a más de dos millones de personas y a una de cada cinco personas mayores de 60 años. A lo largo de nuestra vida se van desgastando las articulaciones y en la vejez las rodillas, columna y cadera suelen dar muchas molestias.
  • Derivado de haber sufrido una lesión previa: por ejemplo, una rotura de ligamento o un desgarro de cartílago. Algunas enfermedades como la gota también pueden producir dolor en las rodillas.

 

Tipos de lesiones de rodilla más frecuentes

  • Fracturas: Se produce cuando uno de los huesos que forman la rodilla se quiebra. Los huesos de las rodillas se pueden romper durante una caída practicando deporte o de forma fortuita cuando andamos por la calle. Aquellas personas que sufren de osteoporosis, al tener unos huesos débiles, es fácil de que sufran una fractura en caso de accidente. Los síntomas son dolor intenso, hinchazón, sensación de chirrido al mover la pierna, espasmos musculares, incapacidad para mantenerse de pie, deformidad evidente en la zona afectada.
  • Lesión de ligamento cruzado anterior: Se trata de un esguince o desgarro del ligamento. Es muy frecuente que se produzcan durante la práctica deportiva, especialmente en deportes como fútbol, baloncesto, rugby, fútbol americano o balonmano. Estos deportes implican cambios de ritmo súbitos y muchos saltos. Cuando ocurre lo primero que se suele notar es un dolor intenso, hinchazón de la rodilla y sensación de inestabilidad.
  • Tendinitis rotuliana: Se basa en una lesión en el tendón que conecta la rótula con la tibia, es decir, en la rotura parcial del tendón rotuliano. Es muy común entre los corredores debido al gran impacto que sufren las extremidades con la práctica del running. Se detecta mediante el sufrimiento de un dolor agudo en la parte posterior de la rodilla y el cuádriceps, especialmente al flexionarla. También, puede ser causa de no utilizar el calzado deportivo adecuado o realizar la práctica deportiva sin realizar un estiramiento previo de las extremidades, Es importante la aplicación inmediata de hielo para reducir el dolor y la inflamación, así como que mantengamos la extremidad en reposo para acudir inmediatamente al médico.
  • Bursitis de la rodilla: Consiste en la inflamación de la bursa localizada cerca de la rodilla. La bursa es un pequeño saco lleno de líquido que reduce la fricción y protege los puntos de presión entre los huesos, tendones y músculos alrededor de las articulaciones. Cuando la bursa se inflama va a aumentar la producción de líquido sinovial, pero, en algunos casos, se vierte sangre en su interior a través de los vasos sanguíneos dañados, formándose un hematoma. Suele ocurrir por una sobrecarga originada por la repetición de un movimiento o como consecuencia de una infección aséptica. También, puede aparecer tras un traumatismo severo. Produce dolor, rigidez, enrojecimiento, sensibilidad e incapacidad para realizar ciertos movimientos.
  • Desgarro del menisco: Es un cartílago fibroso en forma de C formado un cojinete entre los huesos. La función primordial del menisco es ayudar a la articulación de la rodilla a repartir peso, girar y evitar que se rocen el fémur y la tibia. Los meniscos pueden romperse a causa de un desgaste progresivo o por un traumatismo importante, muchas veces durante la práctica deportiva. Los síntomas más evidentes son: bloqueo total o parcial de la rodilla, rigidez e inflamación, sensación de chasquido, dolor agudo especialmente en las zonas laterales de la rodilla.

causas comunes del dolor de rodilla

 

Tipos de dolor de rodillas

Cuando la rodilla duele en la parte delantera puede ser consecuencia de una bursitis, inflamándose la bolsa serosa que contiene el líquido sinovial encargado de lubricar la articulación. También puede ser derivado de una artritis reumatoide.

Si el dolor está localizado en un lado, el origen puede ser una rotura de menisco.

Cuando oyes una especie de “chasquido” se trata de la presión de los diferentes gases disueltos en el líquido sinovial. Si ese ruido es frecuente y va acompañado de dolor o rigidez, es importante que vayas a la consulta del traumatólogo.

Si te duele en la parte superior, puede que la causa sea una inflamación del cuádriceps.

Cuando el dolor es la parte trasera de la rodilla puede ser provocado por una artritis reumatoide o por los conocidos como quistes de Baker, que son unos bultos que aparecen cuando se acumula un exceso de líquido sinovial en la parte posterior como resultado de algún problema de articulación.

Por último, si el dolor es generalizado, lo más probable es que se trate de artrosis. Aunque, también puede ser artritis, bursitis o rotura de ligamentos. Sería imprescindible realizar un diagnóstico lo antes posible.

 

Cómo cuidar nuestras rodillas y prevenir el dolor

Algunas recomendaciones que hacemos son:

  • Evitar el sobrepeso siguiendo una dieta mediterránea rica sobre todo en vitaminas A, C, D, calcio y ácidos grasos Omega-3. Consulta con tu médico.
  • Hacer una preparación física adecuada antes de afrontar competiciones o sobresfuerzos deportivos.
  • Hacer un estudio personalizado con el fin de utilizar el calzado más adecuado.
  • Realizar ejercicios orientados a ganar fortaleza y flexibilidad de nuestras rodillas, sobre todo, es crucial que se refuerce el cuádriceps. Montar en bicicleta es un buen medio para conseguir este objetivo. Mejor evitar deportes que conlleven correr y saltar. Si haces running, mejor por superficie lisa y suave como un sendero o césped, más que por asfalto. Si hace falta, utiliza rodilleras para prevenir lesiones. En verano recomendamos andar por la orilla de la playa, es una experiencia de lo más gratificante.
  • Si practicas un deporte, es sumamente importante contar con la supervisión de un entrenador cualificado y realizar siempre ejercicios de calentamiento previos.
  • Practicar deportes de bajo impacto como son la natación, montar en bicicleta o caminar. Estos deportes suponen un riesgo bajo para las articulaciones y son perfectos para mantener nuestra forma física, perder peso, tonificar músculos, mejorar la circulación o desestresarnos mentalmente de la rutina diaria.
  • Intentar no pasar mucho rato de pie o sentado.
  • Evitar los tacones y utilizar plantillas gruesas en tu calzado.
  • Practicar taichí es una excelente disciplina para ejercitar tus rodillas y la mente.

tipos de lesiones de rodilla 

¿Qué puedo hacer para disminuir el dolor de las articulaciones de forma natural?

Primero debemos recordar que, en caso de duda, siempre es importante acudir al médico o farmacéutico.

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