La artrosis cervical, o artritis del cuello, es una afección relativamente común. Para aclarar la confusión en torno a este tema, esto es lo que debe saber:
La osteoartritis cervical puede ser causada por varios factores
La osteoartritis cervical ocurre cuando el cartílago protector que recubre las articulaciones del cuello se desgasta con el tiempo, lo que provoca la fricción de los huesos y el desarrollo de osteofitos (espolones óseos). Este proceso conduce a la inflamación y el dolor.
Algunas evidencias sugieren que la genética puede influir ciertamente en el desarrollo de la osteoartritis. Mantener una lesión en el cuello, realizar un trabajo físicamente exigente y tener sobrepeso también puede contribuir a la aparición de artrosis sintomática. No hay una sola causa prevenible.
El dolor de osteoartritis cervical comienza gradualmente
En muchos casos, la osteoartritis cervical no causa dolor. Si el dolor ocurre, generalmente comienza de forma gradual, no repentina, y proviene de la respuesta inflamatoria a los cambios artríticos. Si su dolor de cuello aumenta rápidamente de inexistente a severo, no es probable que indique osteoartritis cervical, sino otra cosa. A veces, el dolor agudo es un espasmo muscular que reacciona a la artritis subyacente.
El dolor de la osteoartritis cervical generalmente se siente adolorido y rígido en lugar de agudo. Puede ser especialmente doloroso en la mañana antes de que tenga la oportunidad de levantarse y moverse. Y el dolor puede volver al final del día. Estos y otros síntomas pueden progresar y empeorar con el tiempo.
No hay un método por imágenes seguro para diagnosticar la osteoartritis cervical
No existe una prueba de diagnóstico por imágenes única para determinar si usted tiene o no osteoartritis cervical actualmente. Las radiografías y las resonancias magnéticas se obtienen a menudo si el dolor es crónico, y estas pruebas comúnmente revelan cierto grado de osteoartritis en personas mayores de 55 años, pero no pueden diagnosticar la causa del dolor.
Si bien a veces se realiza un diagnóstico revisando el historial médico de una persona y realizando un examen médico, es posible que el médico necesite usar inyecciones guiadas por imágenes para identificar la fuente del dolor.
La artrosis cervical a menudo se confunde con la artritis reumatoide
La artrosis cervical y la artritis reumatoidea pueden ocurrir en la columna cervical y su dolor puede sentirse similar, pero las patologías son muy diferentes.
La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune y generalmente se acompaña de otros síntomas, como fatiga y pérdida de apetito. Además, la artritis reumatoide es más probable que se desarrolle en la parte superior del cuello, mientras que la osteoartritis cervical a menudo ocurre más abajo en el cuello.
La artrosis cervical no se puede «curar», pero los síntomas se pueden tratar
La osteoartritis cervical tiende a empeorar a medida que las personas envejecen. Pero incluso a medida que los cambios óseos empeoran, la inflamación se puede tratar y, con frecuencia, eliminar.
Las opciones de tratamiento para la osteoartritis cervical varían y dependen de la gravedad de los síntomas. Por lo general, los médicos recomiendan tratamientos no quirúrgicos, como ejercicio regular, descanso, terapia con calor / hielo, medicamentos de venta libre, buena postura y estaciones de trabajo ergonómicas. El médico también puede sugerir terapia física, perder peso y dejar de fumar.
Las inyecciones dirigidas pueden ser efectivas y, para algunas personas, se puede recomendar un procedimiento llamado “rizotomía por radiofrecuencia” para articulaciones facetarias artríticas en el cuello.
Si la osteoartritis cervical progresa hasta el punto de comprimir una raíz nerviosa o la médula espinal, puede haber problemas adicionales con dolor en los brazos o piernas, entumecimiento, debilidad y / o problemas de coordinación. Si bien estos casos son raros, las opciones quirúrgicas pueden considerarse cuando las opciones no quirúrgicas no han controlado estos síntomas de manera efectiva.
Estos datos no representan una guía completa para la osteoartritis cervical, pero se espera que ofrezcan un punto de partida útil en su viaje hacia el alivio del dolor.
