Durante algunos años el entrenamiento de fuerza sólo estaba destinado a aquellos deportistas que realizaban ejercicio en los cuales tenían que levantar o lazar grandes pesos, pero hoy en día con los avances realizados en la medicina y todos los estudios destinados para ver dónde nos benefician, se sabe que son indispensables para una vida saludable.
Y si te dijera que hay un método de entrenamiento que te hará sentir mejor, te verás más saludable y te ayuda a perder peso. Al mismo tiempo que fortalecerás tus huesos, mejorarás tu coordinación y obtendrás beneficios cardiovasculares. Seguro que no dudarías en empezar a ejecutar este entrenamiento para poder disfrutar de todo lo positivo que te aportaría.
Estoy hablando del entrenamiento de fuerza que puede ser realizado por personas de cualquier edad y de sexo, muchos estudios evidencian los beneficios antes mencionados como muchos más y en particular en personas con problemas de corazón o artritis.
Por medio del entrenamiento de fuerza se mejora igual que ocurre con el entrenamiento cardiovascular, la sensibilidad frente a la insulina.
Y nos ayuda a regular el azúcar en sangre y a prevenir la diabetes como enfermedad metabólica.
Para un aumento de fuerza, es preciso una planificación coherente, a la vez que se seleccionan cuidadosamente los ejercicios, las series, las repeticiones a las que se debe entrenar e, incluso, los descansos que se deben de realizar.
El entrenamiento de fuerza eleva los niveles de endorfinas que nos dan una sensación de bienestar y un estado de ánimo positivo, realizar de manera periódica este tipo de entrenamiento ha mejorado a personas con depresión y problemas para conciliar el sueño.
Unos músculos más fuertes y bien desarrollados envuelven el cuerpo como una armadura. Lo protegen frente a golpes y caídas.
- Te ayuda a quemar más calorías:
El entrenamiento de fuerza no tan solo te ayuda a quemar calorías mientras lo realizas si no también una vez acabado el entrenamiento, el hecho de generar masa muscular o recuperar el músculo o mantener el ya obtenido nos hace aumentar nuestro metabolismo un 15%, ayudándonos también a bajar peso.
- Fortalece músculos y huesos:
Una vez pasada la fase de crecimiento se sabe que cada año perdemos un porcentaje de fuerza muscular y ósea, la pérdida es inevitable, pero realizando trabajo de fuerza se puede minimizar el deterioro o detenerlo, e incluso durante muchas décadas revertir las pérdidas.
El entrenamiento de la fuerza correctamente dosificado constituye una receta perfecta para contrarrestar los efectos del envejecimiento hasta edades muy avanzadas. La osteoporosis como enfermedad que se sufre tanto en hombres como mujeres está muy extendida en nuestra sociedad y el entrenamiento de fuerza minimiza la degradación ósea. Además, los músculos fuertes protegen las articulaciones.
Las mejoras del entrenamiento de fuerza son el aumento de masa magra “músculo”, fuerza del ligamento y tendón, densidad ósea, flexibilidad, tono, metabolismo basal y mejora de posición postural.
La mejora de la fuerza muchas veces se ve como la capacidad de levantar más peso, pero tener músculos fuertes implica también que estos rendirán más en nuestro deporte o actividad de ocio.
Trabajar la fuerza y sobre todo el incremento de masa muscular es y seguirá siendo uno de los objetivos prioritarios de los usuarios de gimnasio, siendo el entrenamiento, el descanso y la alimentación sus pilares fundamentales.
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