La estructura ósea de la mujer es diferente a la del hombre y en gran medida su metabolismo depende de sus hormonas sexuales femeninas. Con la llegada de la menopausia, alrededor de los 50 años, las mujeres dejan de producir estrógenos, hormonas que son importantes en la formación y mantenimiento de los huesos, además de cumplir un rol preventivo frente a las enfermedades articulares.
Dolor muscular en la menopausia
Por otra parte, el dolor muscular se produce por la disminución de la masa muscular que se incrementa a partir de los 50 años. Esto conlleva una pérdida de fuerza y mayor riesgo de fracturas y lesiones. Esta pérdida de masa, debida fundamentalmente a la edad, tiene directa relación con la aparición de la menopausia y la disminución en la producción de estrógenos.
A partir de los 45 – 50 años, el 75% de las mujeres sufren molestias relacionadas con la menopausia, que supone el cese de la función ovárica y la transición a un sistema no reproductivo. Además de los citados dolores musculares y articulares, suelen ser frecuentes los cambios de estado de ánimo, alteraciones del sueño, aumento del peso, irritabilidad, sofocos, cambios de temperatura, fatiga, migrañas, etc… Todos síntomas físicos y emocionales molestos que pueden condicionar la vida diaria de muchas mujeres.
También hay que estar atentos a la aparición de la osteoporosis que es una afección debida a la pérdida de la resistencia de los huesos por una disminución de su densidad. Esto se puede detectar mediante una densitometría ósea, que es una prueba indolora y que no requiere más de diez minutos. Detectarla a tiempo es importante porque la osteoporosis no tiene síntomas hasta que se sufre una fractura.
El desgaste de las articulaciones
El desgaste articular puede llevar a otra enfermedad degenerativa muy usual como es la artrosis. Esta patología se caracteriza por el desgaste del cartílago articular y del hueso que se ubica por debajo de éste. Cuando este cartílago se lesiona produce dolor, rigidez e incapacidad funcional. Fundamentalmente afecta al hombro, rodilla, dedos de las manos, cadera y dedo gordo del pie. En España la padece el 10% de la población.
Por otra parte, también tenemos la artritis reumatoidea, que es la más común de las artritis, siendo un trastorno inflamatorio de carácter crónico. Ocurre cuando el sistema inmunitario ataca por error los tejidos del cuerpo. Afecta al revestimiento de las articulaciones y su mayor incidencia ocurre durante la menopausia. A grandes rasgos se evidencia en un dolor matinal, entumecimiento de las manos, hinchazón dolorosa y rigidez. Es una enfermedad agresiva que afecta a las articulaciones de forma rápida, por lo que su diagnóstico temprano es crucial.
¿Hay algún tratamiento para la menopausia?
Actualmente no hay un tratamiento para el dolor de articulaciones o músculos asociado a la menopausia. Pero, existe una serie de medidas que pueden ser eficaces para paliar los síntomas:
- Terapia de reemplazo hormonal (HRT) que consiste contrarrestar con fármacos la pérdida de hormonas con el fin de disminuir las molestias asociadas.
- Uso de analgésicos o antiinflamatorios. Nosotros, como no podía ser de otra manera, recomendamos el uso de RS7 Cápsulas o RS7 Crema Fisio Forte, pues son dos productos de última generación que cuentan con la fórmula más completa del mercado y son completamente naturales. No obstante, como siempre hacemos, en caso de duda os aconsejamos consultar con vuestro médico o farmacéutico.
- Reducir los esfuerzos repetitivos (por ejemplo, levantar peso) o bajar su intensidad.
- Trabajar la flexibilidad de las articulaciones para reducir el dolor. En este sentido la práctica de disciplinas como el yoga, natación o pilates es recomendable ayudan a fortalecer músculos y articulaciones sin que sufran un gran impacto o presión.
- Evitar el sobrepeso para reducir la presión sobre las articulaciones inferiores y espalda. Tenemos la suerte de contar con la Dieta Mediterránea, sinónimo de vida sana y reconocida mundialmente.
- Tomar un suplemento de calcio y magnesio puede ser también útil para mantener unos huesos fuertes.
- Evitar el uso de tacones altos.
- En algunos casos se puede recomendar el uso de bastón para reducir el peso que deben soportar las articulaciones inferiores.
- Evitar el sedentarismo. Debemos movernos y hacer ejercicio físico moderado al menos tres veces a la semana.
- Luchar contra el estrés y la ansiedad. Hay herramientas muy potentes que podemos aprender como son el mindfulness, la meditación o la relajación muscular guiada. Además, debemos buscar tiempo para relajarnos y dedicarnos a cuidarnos. Un baño relajante, apagar el móvil, un masaje, un paseo por el campo o descalzos por la orilla de la playa… puede hacer milagros y que nos sintamos muchísimo mejor.
- Lo más importante es mantener una actitud positiva, pues suele ser el mejor analgésico natural posible. Sentirse bien con uno mismo y tener paciencia. ¡Quiérete!
Las mujeres durante su menopausia deben estar atentas a la aparición de molestias y dolores de articulaciones y músculos para consultar con el médico lo antes posible. Un diagnóstico temprano es importante en muchos casos.
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