¿A qué se llama dolor articular?

Una gran parte de la población sufre de dolor de las articulaciones. Las causas pueden ser muy diversas. Por lo que, un temprano y acertado diagnóstico es fundamental para paliar el problema y evitar que se agrave. Así que, no dudemos en acudir a nuestro médico o especialista.

El dolor articular verdadero (artralgia) puede ir acompañado o no de inflamación de la articulación (artritis). El síntoma más evidente de la inflamación articular suele ser el dolor. La hinchazón, la rigidez y el dolor de las articulaciones suele ser indicativos de artritis, siendo la de tipo reumatoide la más común. Debemos de tener en cuenta que hay más de cien tipos de artritis y si bien los síntomas suelen ser iguales, los subyacentes varían.

Causas del dolor de las articulaciones 

Causas del dolor de las articulaciones

El dolor articular puede ser causado por muchos tipos de lesiones o afecciones. Puede estar relacionado con la artritis, bursitis o dolor muscular. Aunque, en la mayoría de los casos, suele estar relacionado con la artritis.

Es imposible conocer qué factor causa una artritis. Factores que se deben de tener en cuenta:

  • La genética de la persona, es decir, si sus padres o abuelos sufrieron esta dolencia.

 

  • Puede ser causa de un defecto en el sistema inmunológico y de la incidencia de un virus o bacteria y que se hayan deteriorado los tejidos del paciente.

 

  • Un defecto en el cartílago o unión de las articulaciones.

 

  • Haber sufrido un traumatismo, fractura o lesión severa en la articulación.

 

Los citados anteriormente son factores que no podemos modificar. A continuación, vamos a ver aspectos que sí están en nuestras manos solucionar o modificar:

  • Obesidad: si optamos por seguir una dieta equilibrada como la Mediterránea, reduciremos nuestro peso y, por lo tanto, la presión que ejercemos sobre nuestras articulaciones. Las personas con sobrepeso tienen mayores probabilidades de padecer osteoartritis, especialmente en las rodillas o a desarrollar gota. Sigamos nuestra reconocida mundialmente Dieta Mediterránea.

 

  • Debilidad muscular: Sobre todo con la edad es importante que hagamos ejercicios orientados a mantener o aumentar nuestra resistencia y fuerza muscular, puesto que unos músculos fuertes sostendrán con mayor firmeza y seguridad nuestras articulaciones, previniendo lesiones y el desgaste de ligamentos y tendones.

 

  • Movimientos repetitivos: Si tenemos un oficio que implique una serie de movimientos constantes y repetitivos, es fundamental que respetemos periodos de descanso y de estiramiento de nuestras articulaciones.

Diferencias entre artritis y artrosis

Diferencias entre artritis y artrosis

Ambas son enfermedades reumáticas que provocan dolor de las articulaciones. Tienen muchos síntomas similares, pero el tratamiento es diferente. Por ello, es importante saber diferenciarlas.

La artritis es la inflamación que afecta a la membrana sinovial. En esta patología, el líquido sinovial en lugar de ser reabsorbido se esparce por la articulación ocasionando una constante erosión en el hueso y en el cartílago. Sus principales síntomas son dolor, rojez, calor, hinchazón y rigidez matutina. Esta dolencia suele empeorar con el paso de los años. Las causas, como ya hemos comentado anteriormente, pueden ser diversas, desde la incidencia de un virus o bacteria a la consecuencia de un traumatismo severo previo. Incluso, el tabaco también puede influir en la aparición de algunos tipos de artritis como la reumatoide. El tratamiento dependerá de su origen, pero suele basarse en corticoides, antinflamatorios y analgésicos.

Por su parte, la artrosis u osteoartritis es una enfermedad degenerativa crónica que afecta al cartílago, es decir, a la almohadilla que está entre los huesos y que sirve para que no se rocen. Con el paso de los años el cartílago se termina de desgastar y desaparece propiciando el roce constante de los huesos. Esto provoca intenso dolor y la pérdida paulatina de flexibilidad en las articulaciones. Otros síntomas son: crujidos, rigidez matutina, dolor articular o limitación de movimientos. Suele aparecer a partir de los 45 años y tiene como factores comunes la obesidad (puede aumentar las probabilidades hasta en 4 veces) y el sobresfuerzo de la articulación a lo largo de los años. No hay cura para esta patología, puesto que es degenerativa; lo que sí podemos hacer es reducir el dolor con fármacos y analgésicos.

 

Consejos para el tratamiento de la artritis y artrosis

El ejercicio físico leve o moderado está recomendado para ambas patologías. Practicar de manera regular deportes que tengan poco impacto en las articulaciones: natación, rucking, pilates, etc… puede ayudar a retrasar el desgaste de las articulaciones, aumentar la fuerza muscular y la densidad ósea lo que implicaría una mejor movilidad y flexibilidad. Además, de influir positivamente en nuestro peso y en nuestro ánimo y autoestima, lo que es muy importante.

 

Dolor de las articulaciones en las personas mayores

En la gran mayoría de los casos estos problemas se agravan con la edad. Las personas mayores tienen un mayor número de probabilidades de padecer enfermedades articulares. Es importante que consulten con su médico o especialista para seguir el tratamiento más adecuado a su patología.

El dolor de las articulaciones fundamentalmente va acompañado de fatiga, dificultad de movimiento, inflamación, deformidad ósea o rigidez. Estos síntomas se hacen más evidentes y crónicos con el paso de los años. La molestia y los dolores se pueden hacer extensibles y afectar a la vida diaria y a la conciliación del sueño.

Para retrasar el avance de la patología te recomendamos lo siguiente:

 

  • No cargar peso excesivo y adoptar una correcta postura, especialmente al estar sentados o al cargar con peso.

 

  • Recurrir a la ayuda de un bastón para liberar de presión a las extremidades inferiores.

 

  • Cuidar la dieta evitando el sobrepeso. Es importante la ingesta de calcio o vitamina D para la salud de nuestros huesos y articulaciones. Recomendamos algún suplemento como nuestro RS7 Cápsulas, cuya composición es natural y contiene harpagofito, que es un potente analgésico y antiinflamatorio natural.

 

  • Dejar el tabaco y evitar el consumo no moderado de alcohol.

 

  • Tratar de dormir al menos 8 horas diarias.

 

  • Mover las articulaciones de manera frecuente para favorecer la articulación y mantener activos los músculos.

 

  • Realizar estiramientos, especialmente cuando estemos un largo periodo sentados.

 

  • Llevar calzado cómodo y evitar el uso de tacón alto.

 

  • La realización de masajes relajantes al menos dos veces por semana también puede ser muy útil para mejorar la circulación, descongestionar y desechar toxinas. Recomendamos nuestro RS7 Crema Fisio Forte, con la composición natural más completa del mercado.

 

  • Llevar una vida dinámica y no parar de moverse es esencial. Hay tablas de ejercicios de gimnasia personalizadas según la edad y condición física de cada persona. También, en muchas ciudades hay recintos de calistenia al aire libre adaptados para personas mayores. Hacer ejercicio físico de manera regular influirá positivamente en nuestro bienestar físico y psicológico.

A cualquier edad, es muy importante que seamos activos.

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