
El aquagym probablemente sea la actividad física qué más ha crecido en los gimnasios en los últimos años. En clara tendencia al alza, ni las tendencias ni las modas han influido a que se deje su práctica. Igual que otras actividades tiene su punto álgido de afluencia, el aquagym sigue con el paso del tiempo siendo una modalidad que siempre tenemos como gran recurso para recomendar por su gran efectividad.
¿Qué es el Aquagym?
Hacer ejercicio en un medio acuático además de ayudarte a quemar unas calorías y mantenerte en forma, te divertirá y a la vez que te relajará, ya que el agua tiene unos beneficios que no tiene ningún otro medio o espacio.
La palabra “aquagym” viene de latín que mezcla dos palabras agua y gimnasia. El anglicismo “aquagym” es conocido como gimnasia acuática o como fitness acuático. El aquagym adapta al medio acuático al ejercicio físico que se realiza en tierra, con la ventaja de la ingravidez que aporta.
La hipogravidez o “escasez de gravedad” facilita la disminución del impacto del cuerpo con el suelo y a consecuencia la presión sobre las articulaciones. La presión hidrostática, es decir “la presión que ejerce el agua a nuestro cuerpo”, que puede resultar incómoda por las molestias respiratorias que provoca, mejora finalmente los músculos respiratorios y la capacidad de ventilación.
¿Qué aporta el practicar Aquagym?
Con el aquagym se ve incrementada la condición física en general y se podrá mejorar la recuperación de las lesiones, por lo que está totalmente recomendado para personas en fases de rehabilitación. Se ejercitan diferentes grupos musculares de forma específica y se alternan ejercicios del tren superior, zona media u “oblicuos y abdominales”, así como el tren inferior del cuerpo.
Se practica en piscinas de poca profundidad de 1,20 a 1,50 m, también hay clubs deportivos que disponen de piscinas de diferentes profundidades con lo cual la intensidad del entrenamiento dentro del agua facilita o disminuye dependiendo la profundidad en la que tengamos el cuerpo. La temperatura más adecuada debe estar entre los 28 y los 32 grados.
Hay que mencionar que, dentro del agua, el peso de una persona disminuye entre un 80 y 90% por lo que el cuerpo no se resiente y el riesgo de sufrir alguna lesión disminuye de manera considerable. Es una actividad física idónea para personas con lesiones traumatológicas, articulares o musculares, además de para deportistas en fase de rehabilitación gracias al reducido impacto articular. Además, es una actividad muy indicada para personas de la tercera edad, mujeres embarazadas, personas con obesidad o que no están en una buena forma física.
La Sociedad de Investigación de Osteoartritis (OARSI) ha demostrado su efectividad para el control de los síntomas de artrosis de rodilla con unos resultados muy satisfactorios. También está comprobado que reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas, aumenta la fuerza, flexibilidad, movilidad y mejora de la capacidad ósea.
Aquagym y sus beneficios:
Entre la multitud de beneficios que implica esta disciplina, destacamos los siguientes como los más importantes:
- Mejora la circulación sanguínea.
- Beneficia de la condición cardiovascular.
- Se incrementa la fuerza y la resistencia muscular.
- Mejora de los movimientos corporales y la flexibilidad.
- Aumenta la coordinación global, agilidad y ritmo.
- Nos facilita la corrección de la postural.
- Nos ayuda en la respiración.
- Tiene un efecto terapéutico.